Que el mundo es violento no es una novedad. Que marcas globales aprovechen la estética de la violencia resulta más curioso.
Romain Gavras es un realizador francés (hijo del comprometido cineasta griego Costa-Gavras), fundador de Kourtrajmé -‘alverre’ para cortometraje-: un colectivo de más de 135 creadores.
Benedict Redgrove es un fotógrafo inglés que retrata, entre otras cosas, la relación del hombre y lo mecánico -sean máquinas, espacios o ambos-.
Si alguien me preguntara como hacer una campaña sobre auriculares que cancelan el sonido ambiente, dudo que tuviera una idea tan original como lo hecho por Grey Brasil.
Zoran Lucic es diseñador bosnio fanático del fútbol. Su proyecto publicado en Behance, Sucker for Soccer, es un tremendo ejercicio gráfico donde el fútbol es el protagonista. A través de las grandes figuras del deporte, Zoran ha trabajado una serie de afiches de alta calidad estética: desde la tipografía hasta el color, las composiciones rescatan la leyenda que se esconde detrás de cada jugador.
Un buen tiempo atrás me encontré con una fotografía de Hugh Holland y la marqué para comentarla en el astronauta. Hace unos días, como si fuera un recordatorio (de la mismísima internet), me volví a cruzar con una de sus imágenes y ya no pude demorar mis obligaciones con este blog.
¿Qué tienen en común la escritora colombiana Laura Restrepo con la fotógrafa americana Sandy Skoglund? Poco pero suficiente. La novela “Delirio” (Alfaguara, 2004) de Restrepo lleva como tapa la fotografía “Revenge of the Goldfish” (1981) de la artista nacida en Massachusetts.
En la India viven cerca de 1.200 millones de personas; casi 900 millones practican el hinduismo. Esta religión (tradición) es sincrética por naturaleza: la comunidad hindú aloja en su seno diversas ideologías y una variedad de deidades que seguro acompañan a sus seguidores ante los acontecimientos más singulares.
Pensemos juntos: ¿cuándo fue la ultima vez que reflexionamos acerca de cómo los “aparatos” (reproductores de mp3. celulares, computadoras -internet, facebook, twitter, etc.-) que deberían acercarnos, no hacen más que separarnos en “individualidades telegrámicas”? Nada nuevo, bah, pero siempre viene bien volver a mirar que se esta haciendo por ahí sobre este fenómeno.